Historias mínimas

“Pájaro” Lavari: una vida al ritmo del motor y la amistad

Siempre entre los fierros y los autódromos, el “Loco” Lavari desanda el camino de la pasión con la sonrisa fácil y cosechando amigos por doquier.

Edgardo Lavari, más conocido en el mundo del automovilismo como el “Pájaro”, es de esos personajes entrañables que, sin dudas, ha dejado una huella profunda en el automovilismo argentino.

WhatsApp Image 2025 07 30 at 17.51.04 1

Nacido en Tres Arroyos, y con un importante paso por General Pico (La Pampa), supo ganarse el cariño de todos, tanto arriba del auto como abajo. Su trayectoria de tantos años, su andar por los boxes, su bondad y amabilidad lo convirtieron en una figura querida, respetada en el ambiente del Turismo Carretera y el deporte motor.

Comenzó su carrera deportiva en el año 1969, debutando en el circuito Virgen del Camino de Lobería con un Falcon que él mismo armó después de tomar prestado sin autorización varias veces el auto a su padre. Fue precisamente su papá quien, en un intento de preservar su propio auto, le regaló uno, que Edgardo no dudó en convertir en auto de carrera. Así comenzó una historia que atraviesa décadas y emociones.

Lavari 2
Lavari fue protagonista del TC, con Ford y Dodge.

En 1975 se consagró campeón en la categoría Mar y Sierras, una divisional de preparación libre con autos potentes y pilotos de carácter. Pero quizás uno de los momentos más altos de su carrera fue cuando representó a la Argentina en las míticas 24 Horas de Daytona, una experiencia que él guarda como uno de sus recuerdos más valiosos. Compartió pista con figuras como Paul Newman y logró un récord de vuelta a las tres y media de la mañana, en una de las misiones internacionales de la ACTC, “Para mí fue algo maravilloso”, resaltó con emoción.

Lavari 5

Su carrera en el automovilismo lo llevó por más de 22 autos distintos en el TC, además de  participar en Top Race, Fórmula 1 Nacional, Datsun, Fiat Brio, entre otras. Entre todos esos fierros, hay uno que destaca por razones sentimentales:el Falcon con el que empezó todo. Aunque también recuerda con especial cariño el Dodge negro con el que logró importantes victorias y que hoy se exhibe en el Museo del Turismo Carretera, propiedad de Hugo Mazzacane.

Para Edgardo, el circuito 12 de Buenos Aires es, sin dudas, el mejor autódromo del país: “Tiene velocidad, curvones rápidos, horquillas. Es un mix perfecto”, asegura con la convicción de quien ha girado muchas veces por sus curvas.

Hoy, convertido en el piloto del Pace Car y miembro activo de la Comisión Directiva de la ACTC, Lavari sigue siendo parte de este mundo que lo apasiona. Su función actual no es menor: el Pace Car exige experiencia, criterio y manejo fino, condiciones que el “Pájaro” conserva intactas.

Lavari 6

A lo largo de su camino supo cosechar grandes amistades. Con Juan María Traverso, por ejemplo, compartió más de 25 años de vida cotidiana, creando un vínculo inquebrantable con uno de los máximos referentes del automovilismo nacional.

Cuando se le pregunta por lo que le queda por hacer, Edgardo responde con serenidad: “Hasta que ande, no voy a dejar de subirme a un auto”.

El “Pájaro” con el alma siempre en pista, porque en su vida, el motor nunca se apagó y su legado seguirá rugiendo en cada curva del automovilismo argentino.

Archivo Fotografico : Angel H // Ilustracion : Pablo Gugliotta

Morena PEREZ NIETO
Por Morena PÉREZ NIETO
Grupo Montanari

Volver al botón superior