Magda Cos: heredera de la pasión por los fierros y las carreras
Magdalena es hija de Fabián Cos, piloto que corrió en la Fórmula Azul (campeón 1994), TC 850 (rey en 2000) y TC Pista División Top Race y hoy es uno de los titulares del Azul Sport Team, equipo que supo consagrar a Agustín Herrera en TC Pista Mouras (2009), Alan Ruggiero (2013), Germán Todino (2018) en el TC Mouras y a Mariano Werner (2020) en TC.
De ahí es que Magda siempre se interesó por los autos de carrera. Se crió entre el taller y los boxes de los autódromos prácticamente. Por eso, a los 19 años (nació el 19 de enero de 2000), se subió por primera vez a un Fórmula Azul y no se bajó más.
“Desde muy chiquita que estoy en el ambiente de las carreras. Recuerdo a mi papá, corriendo con el Falcon de TC Mouras y subir a un podio con él. Es una pasión que me transmitieron desde muy chiquita mi abuelo y mi papá. Y con seis o siete años, le decía a mi papá que quería correr. Recién en el 2019 pude hacer mi primera prueba. Supongo que no quería verme corriendo entre hombres, o tendía temor a que me pasara algo, pero no le quedó otra después de tantos años de insistencia”, le cuenta la azuleña Tribuna 2.
Cuando Fabián aflojó y Magda se aprestaba a correr, llegó la pandemia, momento que sirvió para aislarse en el taller y meterle mano al formulita. “El ‘Chato’ Duarte nos dio un auto con el que había estado corriendo él y estuvimos reformándolo, cortándolo, soldado y pudimos hacer el chasis que tenemos hoy. A fin de 2022 me animé a correr dos o tres carreras, pero no teníamos una buena puesta a punto porque me era muy difícil de explicar lo que hacía el auto, pero en el 2023 le fui agarrando la mano, fuimos retocando cosas. Este año, mandamos a preparar un buen motorcito a Necochea, a Gustavo Vázquez, y desde la primera fecha, en junio, el auto se mostró muy competitivo. En la segunda fecha subí en dos ocasiones al podio, 2° y 3° puesto, así que empezó a dar sus frutos el gran esfuerzo que habíamos hecho. Después vino Olavarría, donde conseguimos dos 2° puestos más, y ahora nos preparamos para la fecha de este finde en Azul, donde buscaremos la victoria”, relata.
Estás haciendo rifas para correr. ¿Cómo venís en el campeonato? ¿Hacés otras acciones para completar el presupuesto?
Sí, hacemos rifas carrera tras carrera para completar el presupuesto y hacer lo que tanto me gusta. A veces se complica completar el presupuesto, sin embargo tengo mucha gente detrás que me da una mano; Taller agrícola Mathieu, La casa de la bomba de agua, Vizzolini grúas y remolques, Feria H&M, Ponce inyección y Taller Pirola. Gracias a ellos, a mi familia y a la gente que se acerca para colaborar, podemos ir a correr. Hoy estoy quinta en el campeonato, sin muchas chances de pelearlo porque arranqué en junio, pero el año que viene proyectamos hacer todas las fechas y poder estar peleando, por el triunfo, que todavía no lo logré, y por el campeonato. Creo que podemos hacer una buena performance. Tenemos un auto que vuela y mi papá trabaja mucho para que así sea.
¿Hace un par de fechas corriste con tu mamá de invitada?
Nooo, con mi tía, Silvia Cos. Ella siempre quiso correr, era un sueño, así que hicimos las licencias médicas y deportivas. Pero cuando se bajó, dijo que no era lo que pensaba, que en algunos sectores parecía que iba rápido y en otros no, así que traté de explicarle un poco lo que aprendí en la pista; los frenajes, cuándo tenía que acelerar, cuándo meter los cambios. Y es como todo, uno de abajo lo ve fácil y no lo es. Me hubiera gustado subir al podio con ella, estuvimos cerca, terminamos cuartas, pero esta fecha también es con invitados, la invité de nuevo y todavía no me contestó, pero me gustaría subir al podio con ella y dedicárselo a mi abuelo.
¿Cuáles son los objetivos en tu carrera deportiva, llegar a nivel nacional?
Por ahora, lo único que pienso es en completar un campeonato en la Fórmula Azul, siendo competitivos todo el año, con una buena performance. Me encantaría correr una carrera de pilotos invitados con mi papá, y después sí, me gustaría ver si podemos hacer algo en una categoría nacional, pero por ahora, solo pensamos hacer lo mejor dentro de la Azul.
Estás estudiando ingeniería mecánica. ¿Tira más el casco o las herramientas y la compu?
Toda esta pasión por los fierros, por la mecánica, por la competencia, por los autos, desembocó en querer estudiar ingeniería mecánica. Así que cuando terminé el colegio, vine a estudiar a Buenos Aires en la UBA. Es una carrera difícil, bastante complicada, que me deja ir a Azul solo para las carreras. Por suerte mi papá va todos los días al taller para meter mano en el auto y, cuando llego, quizás le hago la alineación y algo más. Y el día de mañana, además de hacer la puesta a punto de mi auto, me gustaría ser la ingeniera de otros equipos. Ojalá sea para el Azul Sport Team, pero ahora estoy enfocada en el estudio y en el Fórmula, que van de la mano. Me encanta correr y pasar el fin de semana en familia, algo que es muy especial. En la facultad también tenemos un proyecto con estudiantes de mecánica, industriales y electrónicos, sobre un Fórmula Sae, un monocasco de no más de 300 kilos. Es una competencia internacional y nosotros aplicamos a Latinoamericana, así que, si Dios quiere, en el 2026 estaremos compitiendo en Brasil. Me encanta lo que hago, no dejo de estar en contacto con los fierros y las herramientas. Tenemos un taller en la facu, donde estamos armando el auto y es una linda experiencia de innovación que tenemos por delante. Muchas veces me pongo con las herramientas o a soldar y cortar, o a diseñar en 3D con la compu, pero nunca dejo de hacer esto que tanto me gusta, que son los autos y la competencia, gracias a mi familia que me metió en esto desde que nací.