
Guerrero de mil batallas, Rodo Di Meglio continúa metiendo mano, renegando y disfrutando el día a día con los TC en su taller.
El gran portón sobre la avenida Cruz, en Lugano, está entreabierto y Tribuna 2 pispea para ver si lo ubica al dueño del taller, cuyo cartel indica: “Di Meglio Motorsport”.
Y allí está Rodolfo Di Meglio, con sus jóvenes 72 años, manipulando un metal en la fresadora. “Normalmente, estoy trabajando en el taller; rara vez me van a ver sentado en la oficina. Si no estoy haciendo algo en el torno, estoy en la fresa o hablando con los chicos. Es lo que me gusta, es lo que normalmente hago y seguimos como cada día con esta pasión que es el automovilismo”, dice el hombre que preparó los Chevrolet de Mouras y Morresi, el Dodge de Ciantini y el Ford del “Gurí” Martínez, entre tantos otros.
Hoy su equipo alista los Dodge Challenger de Juan Martín Trucco y Lautaro De la Iglesia en el TC y se prepara para encarar un nuevo fin de semana de carrera, en Concepción del Uruguay, 8ª fecha de la temporada.

“El año viene bien, viene bien… No digo muy bien porque siempre falta la frutilla del postre. Venimos muy bien con Juan, venimos mal con Lautaro, porque su auto no está funcionando como funciona el de Juan. Hemos subido los dos autos a las rampas del taller, los hemos medido al detalle, y vamos por un montón de pequeñas cosas a mejorar, que son las que en definitiva hacen que estos autos funcionen o no”, expresa Rodo.
Y agrega: “Así que esperemos que este fin de semana en Concepción podamos pegar un salto de calidad con Lautaro, y mejoremos un poquito con lo que estuvimos probando en el Mouras la semana pasada con Juan. Y cuando volvamos de Concepción, vamos a probar con Lautaro para verificar que ambos autos tengan las mismas cargas aerodinámicas”.

Cuando lo consultamos sobre las nuevas soluciones aerodinámicas que presentan los Nueva Generación, Di Meglio analiza. “Los TC de hoy llevan mucho trabajo, y por eso uno está muy encima de los chicos. A veces uno no mide lo que mide la computadora y sube el auto a la plancha de alinear y hay uno, dos o tres milímetros de diferencia. Hay que mirar con la fibra óptica al milímetro porque es muy importante el tema de las cargas aerodinámicas, el de tema de los resortes. Todo hace al rendimiento. Antes, con los autos de vieja generación, un cambio así no era tan marcado en el resultado como lo es en estos autos”.
La actualidad del TC
Al preguntarle sobre el presente del Turismo Carretera, el nacido en Punta Alta sostiene: “El TC está muy competitivo, pero no veo paridad. Para mí, Ford está un cachito por encima de las demás marcas. Lo dije hace dos o tres notas que me han realizado y tengo una postura sobre ello. Veo que el Torino está por debajo de lo que debe tener, siendo un auto tan conflictivo como el nuestro; igual y un poquito peor, y no entiendo por qué no encuentran una regularidad. Los veo a Chapur, que de hecho ganó, o a Faín peleando arriba, y a la otra carrera desaparecen. Eso me llama la atención, pero son autos tan conflictivos que a veces desaparecés y crees que es por un tema reglamentario, y estás desapareciendo porque no están las cosas en su momento ideal a la hora de clasificar”.


Prosigue, mientras se apoya en la máquina: “Lo mismo nos pasa con Lautaro. Por ahí encontramos algo el sábado a la noche que mejora el rendimiento, pero, ¿cómo hacés para remar desde atrás y pasar autos?, si estás 30°, 35° o 40°. Tenés 30 autos que se clasificaron en un segundo adelante. Entonces por ahí se dice: ‘Qué mal está la marca’. No, no está mal, lo que pasa es que se clasificó mal y, a la larga, el resultado va a ser malo. La clasificación, hoy, es el cien por cien del resultado del fin de semana. Hoy no te alcanza con tener un buen piloto, porque los top, cuando no tienen el auto; esto es chasis, motor, gomas, mecánicos, todo, tampoco funcionan y se arrastran. Por eso el conjunto es fundamental”.
Por último, y para que continúe con la tarea sobre la fresadora, quisimos saber su opinión sobre las nuevas marcas que ingresan al TC, como Toyota hace unos años o Mercedes, recientemente anunciada para 2026.


“Hace unos días, en una nota, dije que me preocupaba y me asustaba el advenimiento de las marcas europeas a la categoría. Pero el fin de semana charlé con Hugo Mazzacane, en la que me aclaró algunos puntos que yo no los tenía en claro, con respecto a cómo y por qué llega Mercedes, por lo que me quedé tranquilo. O sea, cuando mostré mi preocupación, es porque yo no quiero que el TC se transforme en un DTM. ¿Por qué?, porque lo que caracterizó siempre al TC es tener una estructura que te sirva durante muchas temporadas, entonces mi preocupación pasaba en armar algo y que a los dos años lo tuviera que tirar a la basura porque venía otro modelo y demás. Hugo me lo aclaró muy bien, me dijo que mientras él esté eso no va a pasar, así que me quedé tranquilo. Y hasta está la posibilidad de que cualquiera, no solo el equipo oficial, pueda armar uno o dos Mercedes, así que bárbaro”, aclara el hombre que lleva décadas dentro del automovilismo, pero que lo afronta, en cada momento, con la misma pasión del primer día.
