Copa Abarth

Osvaldo Rabade: feliz como un niño con chiche nuevo

El experimentado piloto Osvaldo Rabade se dio el gusto de acelerar, a sus jóvenes 83 años, uno de los Fiat de la Copa Abarth.

Osvaldo Rabade lleva más de seis décadas arriba de los autos de carrera. Debutó a comienzos de los 60’, en las 24 Horas Shell en el autódromo de Buenos Aires, y corrió en Turismo Anexo J, TC2000 y hasta armó un TC que se lo vendió a Carlos Marincovich, entre otras categorías. Corrió junto a Reutemann, Di Palma, Perkins, Paco Mayorga y Rodríguez Canedo, con quien además compartió la Secundaria.

Copa Abarth

“No vengo de una familia fierrera, pero me fui metiendo con amigos, conocidos. En aquella época, correr en autos era imposible. Habíamos armado una peña, pero no funcionó, así que después seguí por mi cuenta”, relata el cuatro veces subcampeón del Turismo Nacional Histórico, categoría en la que participa con un Fiat 125.

Hace unas semanas, y mientras espera que le terminen de armar el motor del 125, Osvaldo se subió a un Fiat de la Copa Abarth. “Fue una invitación de la categoría y cuando uno está en el ambiente del automovilismo, no puede decir que no”, bromeó.

“Es muy lindo auto, una belleza. Suavecito, tiene dirección hidráulica, algo que no es habitual en un auto de carrera, y es muy dócil. Me llamó la atención que en la última vuelta, frenó igual que en la primera. Con cualquier auto, después de dos o tres vueltas, no tenés el freno efectivo y acá no, frenaba igual en todas las vueltas”, contó.

Rabade 3
Rabade disfrutó de la conducción del Abarth.

¿Fue difícil la adaptación?
Me tuve que adaptar porque yo vengo de correr con un auto de tracción trasera, con cintas y campanas de frenos, en donde frenaste en dos vueltas fuerte y te quedaste sin frenos, ja, ja, entonces hay que aprender a manejar más con la caja que con el freno y, principalmente, no romperlo.

¿Les diste consejos a los chicos?
Estuve hablando con varios, porque es un muy lindo ambiente el que se vive en el VIP. Los chicos que no tienen experiencia tienen que hacer un poquito de escuela con los autos, porque la dirección hidráulica y la relación peso-potencia no te perdonan; donde movés el volante un poquito de más, el auto se cruza. Por eso veo muy bien lo que hacen desde la categoría las jornadas Experiencia Abarth.

Pero es una categoría para los que están haciendo sus primeras armas en el automovilismo, y para pilotos como vos, con vasta experiencia…
Sí, puede subir cualquiera, porque son autos muy, muy lindos. En la recta, que en Concordia es corta, llegábamos a los 200 km/h. Ahora viene Río Cuarto, donde corrí varias veces, y va a haber que tener cuidado al final de la recta, porque no te perdona. Vos venís colgado en la recta y al momento de frenar y doblar se complica; después está la Curva de los Tontos…

¿Vas a hacer todo el año?
Voy a tratar; si llegamos a un acuerdo económico, vamos a estar. La pasé muy bien y me divertí mucho.

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