
Karim Fara, hijo de Malek, ya dejó señales claras: talento, madurez y una convicción que lo impulsa a convertirse en un piloto con proyección.
A sus 15 años, Karim Fara está viviendo exactamente lo que soñó desde chico, subirse a un auto de carreras, competir y construir su propio camino dentro del automovilismo. Hijo del reconocido piloto Malek Fara, creció en los boxes, entre motores y rutinas de carrera. Hoy, ese mundo que lo marcó desde siempre se convirtió en su vida diaria.
Su debut no podría haber sido más prometedor. “Fue algo soñable”, recuerda. Haber llegado a la pista por primera vez ya era un paso enorme en su carrera deportiva, pero acompañarlo con una pole position en la categoría Sport Prototipo lo llenó de confianza. “Me hizo darme cuenta de que tenemos un conjunto muy bueno”, afirma, consciente de que ese primer resultado no fue casualidad.
Ese impulso lo llevó rápidamente a un nuevo desafío: debutar también en la Fórmula 4 Nueva Generación. Fue un fin de semana de mucha experiencia y aprendizaje. Tanda tras tanda, Karim se adaptó al auto y a un nivel de exigencia mayor. Pese a correr por primera vez bajo la lluvia, logró clasificar en un destacado 5° puesto. Las finales no se pudieron concretar por problemas ajenos a él, pero incluso eso lo vivió como parte del camino: “Sacamos muchas conclusiones para las próximas carreras”.

Detrás de cada paso aparece la figura de Malek, su papá y principal referencia. Karim recuerda que desde chico lo acompañaba a cada competencia, hasta que un día ya no quiso quedarse del otro lado: quería manejar. Con pruebas en karting y fórmula, fue preparándose para el momento en que cumpliera 15 años, la edad mínima para debutar oficialmente. Ese día llegó, y no lo dejó pasar.
Los consejos de su papá lo acompañan siempre. Uno de los más importantes: las carreras terminan con la bandera de cuadros. “Nunca hay que perder la fe, tomar buenas decisiones, siempre me inculcó ir de menos a más, ir ganando experiencia y confianza, que luego la velocidad llega sola”, repite Karim, convencido de que el aprendizaje constante es la clave para crecer como piloto.
Para él, el automovilismo es mucho más que manejar, es sentir la adrenalina, hablar con el equipo, esa mezcla de emociones y situaciones que son incomparables y solo se viven en un autódromo. De Malek aprendió a disfrutar los campeonatos ganados, pero también a enfrentar los momentos en que las cosas no salen como uno quiere. “Un ejemplo a seguir es mi papá, como lo vengo viendo desde chico, siempre fui aprendiendo cosas, como accionar, y compartí muchas situaciones con él”, expresa Karim.
El 2026 aparece como un año de consolidación. El objetivo es claro, sumar horas de pista. Inicialmente la idea es participar en categorías como Fórmula 4, Sport Prototipos y también en Fórmula Nacional. “Este final de 2025 ya pude ir ganando experiencia y entrando en sintonía. La carrera que ya participé en el Sport Prototipos y en la Fórmula 4, además de las dos fechas que quedan en cada categoría”, reflexiona.
Sus metas a largo plazo están llenas de ambición, pero también de una enorme madurez. Karim sabe que todos sueñan con ganar, pero entiende que el proceso, poder disfrutarlo es tan valioso como la victoria. “A todos nos gustaría que nos vaya bien, pero es verdad que muchas veces se aprende mucho más en las malas que en las buenas. Hay que saber buscarle el lado positivo a todo”, cuenta Fara.
El recuerdo de su debut sigue siendo especial: la pole position, la emoción, el disfrute del inicio de su carrera deportiva y la sensación de no querer que el fin de semana terminara. “Pensar que al otro día tenía que ir al colegio era muy raro”, dice. Aun así, tiene los pies en la tierra, sabe que cada etapa debe cumplirse “Mientras los fines de semana disfruto de las carreras, los días de semana cumplo con mis obligaciones”, expresa.

Su compromiso no termina en el autódromo. Se entrena en un simulador, herramienta clave para mejorar conceptos, además de trabajar y entrenarse físicamente para dar siempre el máximo. “No basta con ir y manejar”, asegura. Lo disfruta todo, los entrenamientos, los momentos de preparación y cada minuto arriba del auto.
Karim Fara joven promesa del automovilismo empieza a escribir su propia historia, a transitar un camino desafiante y apasionante. Tiene el talento, la disciplina y la convicción para llegar lejos. Y lo más importante, disfruta cada paso como si fuera el primero.









