
Juárez, bicampeón del GTM, ganó en la segunda fecha. “Apareció una vibración en el auto, que me llevó a cuidar”, entendió el líder del campeonato.
Otra vez el pie derecho fue bien abajo en la pedalera. La potencia del seis cilindros se transmitió al húmedo piso del autódromo “Néstor Apella” de General Belgrano y lo llevó a la victoria. Sí, se trata de la primera del año, que empuja a pensar que Federico Juárez ha puesto su temporada en marcha, pese a que en abril había clavado un segundo lugar.
El bicampeón del Gran Turismo Metropolitano (GTM) puso en marcha la máquina destructiva, ése misil que no supo de límites en 2024 y que lo pone como candidato una vez más. “Hay muchos candidatos para cada carrera”, relativizó.
Los dos meses de parate, condición impuesta por la naturaleza, había generado ansiedad por volver a sentir esa particular adrenalina a la hora de acelerar. “Arrancamos el año allá arriba y muchos me tienen como referencia, por los triunfos logrados, pero eso no implica que sea el auto más rápido. En realidad, lo que siempre busco es que nada del auto se caiga”, afirmó Fede.
Casi en lo que es una declaración de principios, el campeón comentó que “en el micro hay trofeos de un segundo, tercer, cuarto puesto, también. Y todo esto vale, ya que hay que sumar y tratar de llevarse al taller el auto sano”.
A juzgar por los tiempos que entregaron las planillas, en la generalidad, el piloto de Isidro Casanova navegó sobre aguas mansas, pero no fue tan así en la pista de General Belgrano. “El chasis fue bien, mientras que al motor se le hizo un repaso general. No tenía nada roto, pero no lo habíamos desarmado para la primera carrera, estaba igual que para Dolores, la última carrera del año pasado”, enumeró el puntero del campeonato de GTM, quien es escoltado por Fernando Curcio y Fabián Natale.

Por otra parte, el monarca señaló a la pista como la gran diferencia entre la primera y segunda fecha. “Esta vez estaba complicada; no había grip en ningún lugar del circuito, a raíz de la humedad”, analizó el matancero, quien añadió: “Por ello, la clave fue cuidarse durante todas las vueltas para mantenerse en pista”.
Consultado acerca de cómo había sentido al Chivo 400 en esta segunda fecha, Juárez aseguró: “El auto dejó una buena impresión; en las tandas de entrenamientos anduvo todo bien, luego fui segundo en clasifica y gané la segunda serie, pero en la final apareció una vibración y esto me llevó a levantar un poco y a no arriesgar más de lo prudencial”.
Alberto Krasiocha se había llevado la pole el sábado, con lo cual el piloto de Morón estaba plantado entre los grandes candidatos. Pero, una falla en el motor, lo bajó de la serie y final. Por ello, la segunda serie tomó mayor preponderancia y allí Juárez empezó a edificar su reino. “En nuestra serie, mejoró bastante el piso, tanto que fue más rápida en 8 segundos”, avisó.

De ese modo, largó la final desde la mejor posición, con lo que desplazó a Ezequiel Sacks, ganador de la primera batería. “Sacks iba rápido, pero como en la madrugada llovió en General Belgrano, la actividad se atrasó, ya que no secaba la pista. Y esto perjudicó a los de la primera serie”, explicó y añadió: “Por eso, tuve el privilegio de largar primero la final”.
Sin embargo, más que un beneficio se tornó en un perjuicio para el de Isidro Casanova. “La cuerda en General Belgrano no suele engomarse, por lo cual no hay demasiado grip. Por eso, Sacks me ganó y quedé segundo. Lo seguí hasta que entrando en la segunda vuelta, sufrió un problema en la caja”, destacó.
A pesar de haber recuperado lo que era suyo muy temprano, nada resultó simple para Juárez. “Fabián Natale me presionaba, pero un trompo en la curva 1 lo mandó al último lugar. Ahí apareció Panella hijo, que estaba para pelear, pero se quedó por un problema eléctrico”, detalló y aseguró: “Entonces se me vino Curcio, al que controlaba, pero apareció la vibración en el auto, creo que era por la transmisión, y decidí cuidar. Por eso se me acercó en el final”.
Lo cierto es que Fede Juárez, con su misil celeste, se metió de lleno en la lucha. ¿Es candidato? Definitivamente, sí, aunque no el único. “La categoría es muy competitiva, ya que muchos pilotos son rápidos, como por ejemplo, Sacks, Natale, Panella, Lucas Barale con la Dodge, Krasiocha o Petriello, que no corrió este fin de semana. Pero, sucede que se dan situaciones para que sólo uno gane, y esta vez me tocó a mí. Pero, en realidad, hay muchos candidatos para cada carrera”.
Entonces, habrá que pensar en la próxima, que será Brandsen, el 12 y 13 de julio. Allí habrá nuevo veredicto en el GTM.
