
El de San Justo, con un Torino, ganó en San Nicolás y se convirtió en el primer piloto en ganar con las cuatro marcas en Procar4000.
Aroma a combustible, geografía cubierta de fierros, sonidos de motores a alto régimen son ingredientes en la vida de Germán Pietranera, quien desde pibe, dentro de una familia que representaba una cantera de pasión por el automovilismo, se convirtió en un miliciano del acelerador. Cerca de sumar medio siglo, el piloto de San Justo anda acopiando récords, porque lo suyo es abiertamente una obsesión no tóxica por ganar, que lo ha llevado en toda su carrera a atesorar marcas exitosas.
El domingo pasado, con un Torino, ganó en la 8ª fecha del Procar4000 y de ese modo se convirtió en el primer piloto en subir a lo más alto del podio con las cuatro marcas en la categoría y, además, es la primera vez que el Toro se impone en la especialidad.
El autódromo “Juan María Traverso” de San Nicolas fue sede del cierre de la Etapa regular. La final de la Clase A tuvo de todo, tanto fue así que la clasificación cambió tras la caída de la bandera de cuadros. Es que el ganador en pista, el campeón vigente, Gastón Rossi (Chevy) fue penalizado con cinco segundos por un toque en la largada contra Alan Guevara, y de ese modo Germán Pietranera heredó el triunfo y un lugar en la historia de la categoría con el Toro.
De ese modo, el matancero se metió en los playoffs que darán comienzo en La Plata (dibujo con chicana) el 5 de octubre venidero. La nómina de clasificados la integran: Gastón Rossi, 270 puntos; Alan Guevara, 234; Alejandro Gobetto, 204,5; Emanuel Pérez Bravo, 186,5; Fabrizio Maggini, 184,5; Leonardo Novak, 166; Oscar Sánchez, 165,5; Germán Pietranera, 160 (y con una victoria); Eze-quiel Gómez, 147,5; Iván Heredia, 146, 5; Luis Maggini (h), 129,5; Ramiro Dailoff, 123,5; Kevin Costa, 111; Nico-lás Biondo, 111; Fabián Maggini, 110.
Escribe páginas doradas
El deporte como una de las tantas expresiones sociales del hombre conjuga la competencia, entendida sobre todo desde el lado amateur; y con el éxito y el fracaso como referencias, como lectura desde el perfil profesional.
Y allí los números, las estadísticas crecen en su magnitud. Las estrellas y figuras, además de ganar, le dan forma a las marcas, récords, plus marcas. Lionel Messi, claramente, sobre sale en el fútbol, o en el tenis Rafa Nadal, o en el atletismo, el sueco Armand Duplantis -salta con garrocha hasta las nubes-, Terence Crawford en el boxeo (acaba de destronar a Canelo Álvarez), Michael Schumacer. Max Verstappen, nuestro y recordado “Flaco” Traverso… Tal punteo de nombres es apenas una muestra ínfima de todo lo que un deportista genera como acción secundaria de ganar.

Antes de que me diga “no tiene nada que ver”, aclaro: si bien no es el propósito de emparentarlo, es una fija que por esa senda, Germán Pietranera tiene un pequeño tramo con su sello de recordman.
La sanción a Gastón Rossi le dejó servido el triunfo y lo festejó pese a que no es lo ideal. “No es la mejor manera de ganar, no tiene el mismo sabor que sea por una descalificación o un recargo, pero suma igual. Y creo que heredé el triunfo porque estuve ahí”, leyó Pietranera y añadió: “Es algo histórico, que además representa haber cumplido mi objetivo de ganar con las cuatro marcas”.
Recordman Pietranera tenía claro a dónde apuntaba cuando decidió con el Rodrigues Competición poner en pista el Torino. “Nos habíamos planteado el objetivo y no bajé los brazos; es más, no iba a bajar la guardia hasta lograrlo”, reveló.
Siempre dentro de la estructura del equipo de Lugano, Germán Pietranera en 2022 utilizó una Chevy, en el 2023 se subió a un Ford Falcon, con el que además se coronó campeón, al año siguiente fue el turno de guiar un Dodge y en 2025 la decisión fue probar con Torino. Y con las cuatro marcas recibió, al menos en una oportunidad, antes que todos la bandera de cuadros.



Sin embargo, no es la primera vez que el sanjusteño rompe marcas. Esto mismo -ganar con las cuatro marcas- lo había experimentado en el Turismo 4000 Argentino años atrás y también con la misma escudería. La salvedad es que con Ford y Torino se coronó campeón, mientras que con Chevrolet y Dodge no pudo pintar el 1, pero sí se dio el gusto de ganar.
Casi 30 años lleva arriba de un auto de competición. Arrancó a los 20 años y con 49 años mantiene la vara alta más allá de la categoría de la que se trate. “Corrí en TC Bonaerense, TC Regional, TCP Mouras, Turismo 4000 y Procar 4000, más las carreras como piloto invita-do y en total llevo 196 carreras ganadas”, comentó.
Sus números arrasan, pero en el TC Bonaerense es el gran referente. Porque cosechó 11 títulos, según el siguiente detalle: tres en la Clase A, uno en la B, cinco en la C y dos en la D. El piloto de San Justo nunca se aburre de ganar, pero le ha sumado adueñarse de marcas que exige a los que viene atrás a superarse. Entonces, los desafíos se cruzan en su camino y los acepta. Por caso, en el Procar4000, un Torino no entraba en los planes de nadie, pero Pietranera se le animó a la situación para sacar de perdedor al Toro en la categoría.
“Lo hablamos con el equipo y vimos que con Torino se podía, aunque reclama mucho más trabajo”, apuntó y explicó: “Es un auto corto entre ejes, la suspensión delantera necesita mucho trabajo, ya que es un auto pen-sado para otra cosas. Pero decidimos hacerlo, en el reglamento técnico nos acompañaron, ya que por ejemplo, nos sacaron kilos”.
A pesar de lo complicado que asomaba la travesía, el equipo Rodrigues competición y Germán Pietranera lograron poner el auto en la pelea hasta llegar al triunfo. “Se hace difícil, pero anda cada vez mejor; sólo nos faltó algo motor en San Nicolás, pero en estas siete carreras, la suspensión y el motor estuvieron a la altura de la exigencia”, entendió.
Y aseguró: “Habíamos logrado muchas mejoras en el auto y esto se veía venir. Habíamos estado cerca en varias carreras, como en Concepción del Uruguay, en donde estaba segundo y se me rompió la palanca de cambios”.
La sombra del Toro aparecía cada vez más diáfana a medida que fueron pasando las carreras. Pero hubo un salto de calidad, que el propio piloto se encargó de detectar. “No corrí en Concordia y aprovechamos ese fin de semana para probar en La Plata. Trabajamos en diferentes propuestas de aerodinamia, alerones, trompa, guardabarros, altura y el auto pegó el salto que buscábamos”, reveló.
Con el triunfo en San Nicolás se aseguró un lugar en los playoffs, al que llega con un panorama alentador. “Ahora, voy por el título, apuntamos hacia arriba. Al menos lo vamos a intentar porque creemos que podemos”, destacó.
Germán Pietranera siempre tiene desafíos por delante. No es de aquellos que se queda en la zona de confort. Se moviliza y busca nuevas sensaciones a la hora de subirse a un auto de competición. En ese sentido, hay futuro, lo cual se condice con escarbar y sacar otro conejo de la galera.
“El objetivo del Toro ya está, más allá de que iremos por el título, ahora estamos viendo qué haremos para el futuro”, comentó luego de reconocer que Chevrolet es la marca que mejor se perfila en la categoría.
Un Fairlane en el horizonte
Pero el matancero apunta a otro horizonte. ¿Se acuerda del Pupi Angeletti? Quizás volvamos a ver un Fairlane en pista como alguna vez lo hizo el piloto de Burzaco.
Es que Germán Pietranera y el Rodrigues Competición lo tienen en la mira. “Hay ganas. Se evalúa y ya lo hemos tirado en la mesa de la categoría y de la técnica. Veremos, por ahora es un proyecto que tenemos entre manos para la próxima temporada”, subrayó.
El dueño de los récords buscará algo más porque la adrenalina de atravesar límites y generar nuevas referencias lo moviliza. Así tomó el Toro por las astas para ser un verdadero insaciable multimarcas, pero no se conforma.
