
En Nueve de Julio, los Ford de Martínez y el “Pato” Silva se engancharon y el del “Gurí” sacó la peor parte, con tres vuelcos incluidos.
El pasado domingo, cuando la camioneta de Agustín Martínez levantó vuelo y comenzó a volcar en el autódromo de La Plata, en la 4ª final del año de TC Pick Up, muchos recordamos aquel accidente de su padre Omar, en abril del 2008, porque la mecánica fue muy similar.
En aquella final del TC, por la 5ª fecha en el circuito de Nueve de Julio, el “Gurí” Martínez protagonizó el primer vuelco de su carrera profesional, la cual tenía varias décadas, en una de las curvas planas.
El entrerriano marchaba en el 18° puesto, detrás del Ford de Juan Manuel Silva, quien en plena variante perdió el control de su auto cuando se cayó del piano, éste se cruzó en medio de la pista y el Falcon amarillo se montó cuando quedaron trompa con trompa, pasó por encima del techo y al caer en la banquina, comenzó a tumbar hasta detenerse sobre sus cuatro ruedas después de dar tres vueltas en el aire.
Martínez bajó a los pocos segundos, sin consecuencias físicas. Lo mismo hizo Silva, pero tuvo que salir del habitáculo por el parabrisas, ya que las puertas no se abrían. “Los autos se venían cayendo de ese piano y es como que se fue haciendo un pozo y la tierra caía sobre el piano. Y cuando piso esa tierra, el auto se pone tremendamente de costado y no pueden esquivarme”, contaba Silva en los boxes. “Se ve que fue espectacular, porque vinieron todos a ver cómo estaba”, agregaba el chaqueño.
Las imágenes de TV detuvieron el corazón de miles y miles de espectadores al ver el incidente, los cuales volvieron a latir al ver a los pilotos salir por sus propios medios. Pero las instantáneas que captaron la secuencia del tremendo palo son una clara muestra de que fue espectacular.
El fotógrafo Hernán Barsellini, BH Fotos para los conocidos, captó el momento para la Revista Crono y allí se aprecia el momento en el que los autos se montaron, cómo el Falcon amarillo pasó por encima del rojo, el vuelco y las salidas de los pilotos, ilesos.
“Es la primera vez que vuelco y no me dio tiempo a asustarme. Ni sé cómo fue el vuelco después de la primera acción, y cuando empezó a volcar, pensé que iba a ser una vuelta y nada más, pero después no paraba nunca, je. Por suerte estamos los dos bien, por ahora no me duele nada… Lo que más me duele es ver al auto así dañado y ver cómo lo vamos a recuperar”, manifestaba el paranaense, protagonista de uno de los accidentes más espectaculares de los últimos años.
Mirá la secuencia completa













El “Gurisito” ya tiene el alta
Por fortuna, y después de hacerle diferentes estudios en la Clínica Baztarrica, Agustín fue dado de alta y deberá continuar con la recuperación en su hogar de Paraná.

