
El mendocino Vitar tenía que llevarse todo y esperar lo que hacían sus rivales, pero cumplió su parte con creces y festejó a lo grande.
Al autódromo de La Plata, escenario de la definición, llegó tercero detrás de Matías Canapino y Felipe Martini, por lo que no solo tenía que hacer todo perfecto sino que, además, tenía que esperar los resultados de sus rivales.
Y Tomás Vitar cumplió su parte, porque quedó 2° en la clasificación detrás de Canapino, se impuso en la serie más veloz, marcó el récord de vuelta en el comienzo de la final y dominó la competencia de principio a fin. ¿Y qué pasó con sus contrincantes? Canapino se tocó con Nicolás Pezzucchi en el arranque de la prueba y se retrasó y Martini no tenía auto para pelearle por la carrera, por lo que recibió primero la bandera de cuadros y festejó.
“Es una locura lo que pasó. Hace dos fechas estábamos a 40 puntos de la punta y ahora se nos dio el campeonato, ganando la serie, ganando la final y siendo candidatos. Pero es mérito del equipo, que trabajó muchísimo para esta fecha, hicieron un cambio muy grande en el auto para la definición y se nos dio para nuestro lado”, expresó el reciente campeón de la Clase Tres.
“Todo esto empezó cuando me llamó Daniel (Santamaría), el dueño del equipo, y me dijo que tenía un Clase Uno libre para que lo corriera. Ganamos tres carreras el año pasado, y este año decidimos dar el salto a la Clase Tres y fue una locura todo el año”, comentó.
Respecto a cómo encararon el Coronación, el mendocino explicó: “Planificamos la carrera antes subirme al auto. Éramos conscientes de que teníamos que ganar todo, hasta buscar el récord de vuelta, y cuando no vi por los espejos a Matías (Canapino), quien tenía que salir tercero, me tranquilicé y traté de hacer un ritmo constante sin gastar el auto”.
Foto Tribuna 2 – Texto Fernando Rossetti







