Historias mínimas

Jorge Casalins: una vida entera al ritmo de los Fórmula

De Lomas de Zamora al corazón de la F3 Metropolitana, la historia de un hombre que nunca dejó de soñar entre motores y futuros campeones.

Jorge Fernando Casalins nació el 27 de agosto de 1956 en Lomas de Zamora, el mismo lugar donde aún vive y desde donde, desde muy joven, comenzó a trazar un camino que terminaría marcando para siempre a una de las categorías formativas más importantes del país. Su historia no empezó arriba de un auto, sino intentando correr en karting y trabajando en Panther Kart, una fábrica de Karting. Pero el destino tenía otro plan: “Me di cuenta de que no era para mí”, recuerda. Ese giro lo llevó a su primer equipo de fórmula, Gamma Competición, donde en 1972 comenzó como ayudante, “Ahí no paré nunca de estar dentro de los fórmulas”, expresó.

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Desde entonces, su vida y los autos avanzaron en paralelo. Casalins vio transformarse a la categoría desde aquellos tiempos de gomas de calle y frenos a campana, hasta la profesionalización actual, con mejoras en la seguridad, nuevas motorizaciones y el desembarco de la televisión. Cada cambio y crecimiento fueron pasos innovadores hacia un automovilismo más grande y más preparado para formar pilotos.

Entre tantos nombres que pasaron por sus manos, hay uno que lo marcó para siempre: Jorge De Amorrortu, el primer piloto con el que trabajó. “Para mí fue el mejor piloto que tuve. Lo difícil lo hacía fácil”, dice con una sonrisa que revela cuán profundo queda el recuerdo del inicio y el tiempo compartido. Junto a él, otro nombre aparece siempre vigente en la memoria de Casalins: Matías Rossi, uno de los pilotos consagrados que dejó una huella imborrable en su largo recorrido.

Hoy, Jorge observa a la nueva camada de pilotos con una mezcla de admiración y orgullo. “Una camada muy buena, son chicos muy sanos, muy dedicados a correr. Trabajan con tecnología, el gimnasio, los datos, las cámaras, están muy profesionalizados”. Un contraste enorme con aquel automovilismo donde los jóvenes venían a la carrera el domingo sin pensar en nada durante la semana.

Si hay algo que destaca como el mayor valor de la Fórmula 3 Metropolitana, es el reconocimiento que tiene puertas adentro del deporte. Equipos, padres, dirigentes, todos ven en esta fórmula un lugar para formar pilotos, un puente real hacia categorías mayores. “Hoy es la categoría escuela, en esencia la mejor hoy por hoy en Argentina” resalta Jorge.

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En cada decisión importante, en cada momento difícil, Casalins vuelve al consejo de quien considera un guía, Adolfo Re, mentor y cofundador de la Fórmula 3 Metropolitana, cuya presencia y recuerdos aún siguen iluminando su camino.

¿Y qué lo mantiene ahí, en cada fecha, en cada autódromo, tantas décadas después? La respuesta es simple y enorme a la vez: pasión. “Toda la vida viví de esto, yo creo que no sé si podría vivir sin algo de fórmula. Todavía tengo sueños por cumplir, siempre quiero hacer crecer a la categoría, eso te lleva a levantarte y trabajar para eso”. Sueña, por ejemplo, con hacer un Máster con todas las fórmulas parecidas del país  para formar a un gran Campeón Argentino y Federal.

A los que recién empiezan o sueñan con empezar a correr, su mensaje es directo: intentar, insistir, trabajar. “Que lo intenten, hoy está mil veces demostrado que trabajando, luchando y viendo, llegás. No hay frenos. El no y la caída ya la tenés, pero la recompensa llega”.

Casalins también recuerda anécdotas que hoy lo hacen reír. Como aquella vez que, en su juventud, rechazó trabajar para un gran equipo de Turismo Carretera. “Mirando a la distancia, era cosa de juventud. Estaba ciego”. En la actualidad, desde su rol dirigencial, entiende que todo es parte del mundo automovilístico que ama.

Su vida profesional comenzó en el Autódromo de Buenos Aires y recorrió el país, especialmente General Pico, un clásico en aquellos años. Lo más duro, dice, fue sacrificar amistades y la vida social por la pasión. “Hasta me casé grande”, cuenta. A los casi 40 conoció a quien hoy es su compañera llamada Estela y lo apoya incondicionalmente. “El viernes la conocí, el lunes me fui a vivir con ella”. Y fue sincero desde el primer día: “Si aceptás que vivo entre ruedas, seguimos”.

Así, entre motores, autódromos y sueños que todavía lo empujan hacia adelante, Jorge Casalins “El señor fórmula”, apasionado de su trabajo, comprometido, perseverante, compañero, sigue siendo el corazón de la F3 Metro.

Un hombre que encontró en los Fórmula no solo un trabajo, sino su manera de estar en el mundo, posicionando a la categoría en lo más alto.

Morena PEREZ NIETO
Por Morena PÉREZ NIETO
Fotos DG Fotos
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