Una joven promesa del automovilismo, Agustín Pereyra, hará su debut en la Fórmula 4 Nueva Generación.
El camino de Agustín Pereyra en el automovilismo empezó desde muy chico, acompañando a su papá. “Siempre fui con mi viejo a las carreras, desde que tengo memoria acompañándolo”, recuerda el chico de 15 años (los cumplió el pasado 1 de octubre).
Aquellas primeras experiencias en los boxes y al costado de los circuitos marcaron el inicio de un gran sueño que hoy se hace realidad y empieza a tomar forma con su debut en la Fórmula 4 Nueva Generación.
Sus primeros pasos como piloto llegaron en 2019, cuando comenzó a correr en karting. “Esa primera carrera no la pude correr porque me había dado miedo, era todo nuevo, estaba solo con mi mamá y era mi primera experiencia”, cuenta entre risas. Pero el entusiasmo nunca se apagó: en 2021 y 2022 compitió en karting sobre tierra, consiguiendo varias victorias y consolidando su experiencia.
En 2023 llegó el salto a la categoría Kart Plus de asfalto, donde sumó podios y carreras ganadas, desarrollándose bien como piloto, además de un paso por la Rotax Argentina con destacadas actuaciones.
Y este año, Agustín hizo su paso por la muy competitiva categoría PAKO, en la cual generó más experiencia ya que competía con chicos más grandes que él. También este año: “Con mi viejo conseguimos un Fórmula para ir a correr y fuimos a probar a Arrecifes el 2 de octubre para agarrarle la mano al auto y a la caja. Fue una prueba muy positiva. Fue Juan Pablo Alberti y quedé muy cerca de él en los tiempos en la primer prueba, eso nos motivó mucho”, explica Agustín, que junto a su familia decidió dar el salto a la Fórmula 4 Nueva Generación este año, con la mirada puesta en una temporada completa en Fórmula 3 Metropolitana para el 2026.
“Elegimos la Fórmula 4 porque es una categoría competitiva, con autos similares a la Fórmula 3, pero más accesible. Queremos correr una fecha este año, hacer experiencia, sumar kilómetros, llegar, demostrar que estamos y hacer lo mejor posible para el año que viene estar bien preparados”, afirma.
Además del automovilismo, Agustín cursa el tercer año en la escuela industrial, una secundaria técnica de doble turno, y se entrena físicamente en el gimnasio, acompañado por una nutricionista. “Estoy trabajando mucho en la parte física, mental y presupuestaria, que es lo más importante para poder correr. Quiero hacer las cosas bien y yo creo que va a ser un paso muy grande”.
El apoyo familiar es un pilar fundamental en este proyecto. Su papá Christian, un apasionado trabajador del automovilismo, y su mamá Nancy están siempre a su lado, acompañándolo en cada paso con esfuerzo y dedicación. “Mi papá, mi abuelo y familia son muy importantes en la decisión de este proyecto. Ellos hacen un esfuerzo enorme para que yo pueda correr. Por eso trato de aprovechar cada oportunidad y dar lo mejor de mí en cada prueba, cada carrera y seguir mejorando”, dice.
Con el sueño claro y los pies en la tierra, Agustín se prepara para un nuevo desafío en su carrera. “Mi meta es hacer la escalerita del TC, seguir avanzando paso a paso con la ayuda de sponsors se puede llegar a lograr. Mi referente es Agustín Canapino, porque además de ser un gran piloto, estudia y entiende muy bien el auto. Lo admiro mucho”.
Su sueño es llegar al TC y con la frase “nada es imposible en esta vida”, Agustín Pereyra se proyecta con humildad, trabajo y convicción. El joven piloto de Pergamino inicia su camino en los monopostos, decidido a construir su propia historia llena de sueños dentro del automovilismo argentino.
Viernes de baile y cena
