
Al frente del equipo Re Performance, Claudio vive cada día, en el taller o en el autódromo, como un aprendizaje para seguir evolucionando.
En el automovilismo hay historias que trascienden lo deportivo, y una de ellas es la de Claudio Re, propietario de Re Performance, un equipo que se ha cosechado su lugar en categorías tan exigentes como la Fórmula 3 Metropolitana y el TC Mouras. Hombre de trabajo y esfuerzo, Claudio lleva sobre sus hombros una trayectoria marcada por la pasión, la docencia y el apoyo incondicional de su familia.
“Este es un día de recompensa”, confiesa tras un fin de semana en el que sus pilotos dieron pelea en pista, logrando resultados valiosos pese a las dificultades, un premio al esfuerzo y trabajo realizado. Porque para él, cada autódromo es como un parcial: se aprueba o se aprende, pero nunca se baja los brazos.
La apuesta por formar pilotos
Una de las características distintivas de Re Performance es su vocación formadora. “A nosotros siempre nos toca hacer docencia”, destaca Claudio, recordando que el equipo suele recibir pilotos desde cero, sin experiencia previa, para moldearlos y acompañarlos tanto dentro como fuera de la pista.

Así lo demuestran las actuaciones de Antonella Re, sobrina de Claudio, y Oliva Muisse en la Fórmula 3 Metropolitana, dos jóvenes que han iniciado su camino, aprendiendo y sumando experiencias en el deporte motor. “Antonella tuvo una evolución enorme, bajó tiempos y pudo medirse de igual a igual en pista. Oliva, por su parte, en Buenos Aires se metió entre los diez primeros toda la carrera y ganó la Copa. Son logros que valoramos mucho porque sabemos el esfuerzo que hay detrás”.
Otro piloto que formó parte de la historia del Re Performance fue Tiago Chiriotti, quien aprendió y soñó con crecer dentro de este deporte.

El presente en el TC Mouras y un futuro que acelera
En paralelo, Francisco Luengo representa al equipo en el TC Mouras con una gran actuación, demostrando su talento y su trabajo en esta temporada 2025. Para Claudio, su llegada significó un salto de calidad. “Debutamos como equipo en el TC Pista Mouras, en la ACTC y ganamos en el primer año como equipo. Eso no lo han logrado ni los equipos hoy son grandes actualmente, así que estamos muy conformes. Con Francisco tenemos un grupo humano increíble trabajando, con técnicos y mecánicos que dejan todo en cada fecha”.
Y el futuro ya se vislumbra con el proyecto del Camaro de TC Pista. “El auto está en un 70% avanzado. Nos falta el otro 30%, que depende del presupuesto y del tiempo físico, pero la idea es clara: queremos dar ese paso. Todo dependerá de que Fran tenga el pase y podamos completar lo que falta, pero el proyecto está en pie”, asegura Claudio con ilusión.

Una historia atravesada por la familia
Detrás de cada logro, de cada desafío hay un motor aún más fuerte: la familia. Claudio no duda en reconocerlo. “Uno tiene pasión por lo que hace, nos gusta esto y queremos crecer como equipo dentro de la ACTC y en la Fórmula 3 Metropolitana. Es un proyecto que yo lo tenía junto con mi papá y no lo pudimos llevar a cabo, eso siempre motiva para seguir”, expresó con emoción.
“Un momento especial fue debutar con Federico Hermida en La Pampa, a días del fallecimiento de mi papá. Era un proyecto que teníamos juntos de volver a armar el equipo y gracias a Martín Hermida pudimos hacerlo. Eso fue un empujón enorme en un momento muy difícil”, destacó.
Un capítulo aparte merece Adolfo Re, símbolo del automovilismo nacional. Formó parte de la creación junto a su hermano Carlos de la Fórmula Renault Argentina y de la Fórmula 3 Metropolitana, dejó una huella imborrable en la historia de las categorías formativas. Para Claudio, cada carrera y cada avance del equipo tienen también el valor de un homenaje.
La presencia de Adolfo se mantiene viva en la familia, en el equipo y en cada paso que da Antonella, llevando con orgullo un apellido que está grabado en la historia del automovilismo.

Su esposa Tamara, sus hijos Daiana y Lautaro, su familia, sus pilotos, sus amigos y su equipo: todos forman parte de un entramado de afectos que sostienen y acompañan la pasión de Claudio por este deporte. “A veces se hace cuesta arriba, pero seguimos intentándolo siempre. Lo que nos motiva es la pasión y el proyecto que soñamos en familia”.
Más que un equipo, una escuela de vida
Claudio Re no solo dirige un equipo de competición. Dirige una escuela en la que los pilotos aprenden a correr, pero también a crecer como personas. Esa es su huella en el automovilismo: la convicción de que con esfuerzo, humildad y trabajo en equipo, los sueños se cumplen y se puede llegar lejos.
Porque al final de cada carrera, más allá de los resultados, su mayor logro es haber construido un espacio compartido con pasión y la familia se transforma en sueños con que, poco a poco encuentran su recompensa en la pista. Claudio Re se proyecta y sigue creciendo en el mundo del automovilismo.








