Después del fuerte accidente que sufrió Julián Santero en el inicio de la final de TC en Neuquén, cuando no pudo esquivar al Dodge de Facundo Chapur que quedó cruzado a la salida de la curva uno y lo impactó con el costado izquierdo, el LCA Racing recuperó el Ford y quedó como nuevo.
Con dos semanas para trabajar sobre la unidad, el equipo reemplazó los caños de la trompa, realizó trabajos de pintura y colocó portamazas, calipers de frenos, rótulas y parrillas de suspensión nuevos.
Por el incidente y la imposibilidad de sumar buenos puntos, el mendocino perdió la punta del campeonato y cayó al cuarto puesto, quedando a 26 puntos de José Manuel Urcera.
Este fin de semana, en Toay, irá por la revancha. Será en la carrera especial en la que los protagonistas deberán ingresar a boxes para reemplazar las ruedas derechas.